El noruego Tommy Wirkola
padre de esa locura llena de vísceras y grande dosis de diversión que es
‘Zombis Nazis’ (2009) nos presenta una original y marciana versión del famoso
cuento de los hermanos Grimm. Cualquier parecido con el original impreso es pura
coincidencia.
El guion viene firmado también
por el mismo, utilizando el famoso libro para niños solo como punto de partida.
Ya que solo toma del mismo a los dos personajes principales y su trágico pasado,
convirtiéndolos en héroes de acción.
Hansel y Gretel ya
creciditos se han convertido en los más famosos cazadores de brujas y de toda
clase de seres paranormales. En su periplo de bosque en bosque llegarán a un pueblito donde
los niños están desapareciendo sin explicación alguna.
Dando vida a estos
peculiares personajes de cuento encontramos a: Jeremy Renner (‘El legado de
Bourne’) y la guapísima Gemma Arterton (‘Príncipe de Persia: las arenas del
tiempo’) y dando vida a la villana de la función encontramos a holandesa Famke
Janssen (‘Venganza: conexión Estambul’). También se deja ver por este
pintoresco pueblecito al siempre correcto Peter Stormare (‘MS1: Máxima
seguridad’). En producciones de este tipo no se les puede exigir a sus actores
que hagan una interpretación digna de Oscar, siendo sinceros, en películas como
esta no es necesario. Simplemente se limitan a poner pose chulesca y recitar
sus diálogos lo mejor que pueden.
Todo el proyecto destila
cierto aroma a serie B, se nota que su director creció y disfruto de este tipo
de producciones siendo muy peque. Sirva de ejemplo la falta de efectos
digitales y pantallas verdes, siendo estas sustituidas por arneses y prótesis
de látex. Algo que seguramente echará para atrás a los acostumbrados a los
efectos digitales apabullantes e increíbles.
Paradójicamente a pesar de
la procedencia infantil de sus personajes, la película en ningún momento va
dirigida al público infantil. Debido en gran parte a esa orgia de sangre y
desmembramientos que pueblan todo su metraje.
Destacar la escena final,
donde nuestros protagonistas masacran sin piedad a un gran número de brujas. No
había visto tal capacidad de destrucción y muerte en una pantalla desde la
protagonizada por Stallone en la totalmente disfrutable John Rambo.
Una película salvaje,
gamberra y marciana, sorprende que detrás de este proyecto tan retro se
encuentre una mayor de Hollywood.
Para poder disfrutar de esta
película recomiendo que os sentéis ante el televisor sin más pretensiones que
disfrutar y pasarlo pipa durante los escasos 88 minutos que dura. Abstenerse de
verla todo aquel que se crea o se sienta crítico de cine, porque no podrá disfrutarla
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