El ranger enmascarado más
famoso de historia del lejano oeste vuelve a cabalgar a lomos de su inseparable
caballo Plata para proteger a los inocentes, acompañado de nuevo por su fiel
escudero indio. Detrás de tal resurrección
encontramos al equipo responsable de la saga “Piratas del Caribe”, dirigidos
por mano férrea por el productor Jerry Bruckeimer.
Este justiciero del antifaz
hizo su primera aparición allá por el lejano 1933 en un serial radiofónico
creado por el productor George W. Trendle y el escritor Fran Striker (creadores
también de “El avispón verde”). Emitido por la emisora “WXYZ” de Detroit, el
éxito cosechado fue tal que estuvo en antena hasta 1956 con la friolera
cantidad de 2956 episodios.
El elegido para sentarse en
la silla de director fue el oriundo de Tennessee Gore Verbisnki (“Rango”),
director que nos ha demostrado mas de una vez su gusto por el gran espectáculo
y los enormes presupuestos. Sus películas se asemejan más a una atracción de
cualquier parque temático que a un producto cinematográfico.
Detrás del guion encontramos
a dos nombres de sobra conocidos dentro de la factoría Disney, Terry Rosio y
Ted Elliot (saga “Piratas del Caribe”). El resultado es un libreto de trama
sencilla repleto de humor y de espectaculares escenas de acción. Logrando con
ello un más que digno producto de entretenimiento.
John Reid es el nuevo fiscal
de un pueblecito del lejano oeste, tras sufrir una emboscada es dado por
muerto. Con la ayuda de su fiel amigo indio cabalgara en busca de justicia.
Dando vida a este dúo
justiciero encontramos a Armie Hammer (“Blancanieves Mirror, Mirror”) y Johnny
Depp. La química entre ambos actores es brutal, algo que se hace palpable
durante todo el metraje. Aunque conviene dejar claro que el autentico
protagonista de la cinta no es el citado llanero, si no su productor y cabeza
de cartel. Sus guionistas han creado un producto para su lucimiento, siendo
sinceros la película es lo que es gracias a un inspiradísimo Depp. Convirtiendo
a su personaje en un estrafalario, simpático y alocado compañero de viaje, que
nos sacara más de una carcajada durante toda la película.
En el reparto también
encontramos a los siempre efectivos William Fichtner (“Elysium”) y Tom
Wilkinson (“Misión imposible: Protocolo fantasma”), Helena Bonham Carter (“Los
Miserables”), al omnipresente James Badge Dale (“Iron Man 3”) y Barry Pepper
(serie “Los Kennedy”).
Verbinski saca provecho de unos majestuosos e impresionantes escenarios naturales que empequeñecen a los actores. Paisajes que os dejaran con la boca abierta gracias a su belleza.
En algunas ocasiones olvida su origen familiar introduciendo detalles terroríficos o escenas de una violencia inusitada, elementos nada habituales en este tipo de cine tan edulcorado (sirva de ejemplo los simpáticos conejos o los sangrientos y terroríficos actos del villano de la función).
La escenas de acción como es
habitual en todas las películas de Verbinski siguen el esquema del más difícil
todavía. Tómenos como ejemplo la escena final con descarrilamiento de trenes y
vuelo de puente incluido.
Un pasajero divertimento que
hará las delicias de grandes y pequeños y que gustara a aquellos aficionados al
cine de aventuras de corte clásico.
"¡Ayo,
Silver!"
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