martes, 9 de julio de 2013

MÁTALOS SUAVEMENTE

Tras el western crepuscular rodado en 2007, también con Brad Pitt como protagonista, ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert  Ford’ el neozelandés Andrew Dominik nos presenta su tercer largometraje.

Esta vez ha cambiado de tercio, metiéndose de cabeza en el mundo del hampa y las partidas clandestinas de póker, adaptando la novela homónima de George V. Higgins publicada en 1974.

Ha sido el propio Dominik en solitario el encargado de adaptar a la gran pantalla el texto, situándolo cronológicamente durante la campaña electoral estadounidense de 2008. Todo el metraje esta sazonado por numerosos discursos de Obama (son los que más abundan) o de su rival republicano John McCain. Algo que termina por saturar y aburrir, ya que no hace falta que venga nadie a recodarnos lo mal económicamente que lo estamos pasando.



Dos don nadies son contratados por un capo de poca monta para robar el dinero recaudado en una timba ilegal de póker. Todo va como la seda hasta que hace acto de presencia un violento personaje.



En el reparto además del antes citado Pitt también encontramos a: Scoot McNairy (‘Argo’), Ben Mendelsohn (‘El caballero oscuro: La leyenda renace’), el recientemente fallecido James Gandolfini (‘Los Soprano’), Richard Jenkins (‘Jack Reacher’), Ray Liotta (serie 'Hannah Montana’) y Sam Shepard (‘El invitado’). Un reparto donde todos y cada uno de ellos rayan un buen nivel. Destacando al personaje que da vida McNairy, un ladrón de poca monta y sin muchas luces que termina por caer simpático.


La banda sonora juega un papel  importante en toda la película, con ella se subraya y remarca la violencia que inunda la película. Incluso en algunos momentos es utilizada para describir a los personajes, como ocurre con el interpretado por Brad Pitt. La primera vez que hace acto de presencia es bajo los acordes de ‘The man comes around’ interpretada por Johnny Cash.


Dominik nos muestra un mundo frío, desolador, sucio y violento donde nadie gana y las palizas y asesinatos están a la orden del día. Un mundo que esta dominado por la mafia, ofreciéndonos una imagen totalmente renovada de la misma. Diferente a la que nos tienen acostumbrados en el mundo del cine habitualmente (ignoro si en la novela es igual), aquí se asemeja al consejo de cualquier gran empresa. Idea que por cierto me encanto.

Otro personaje fundamental en el film es la violencia, algo que se muestra de manera directa y explicita durante todo el metraje. Es de agradecer que en los tiempos tan políticamente correctos que corren alguien se atreva a mostrarla de manera tan visceral. Véase la escena de la brutal paliza propinada a Ray Liotta o la magistral y sangrienta coreografía de uno de los asesinatos. 



En el film abundan los diálogos, la mayoría intrascendentes y que lo único que hacen es ralentizar la trama y terminar por aburrir al espectador. Han intentado copiar a Tarantino pero el tiro les ha salido por la culata, dando lugar a escenas que no aportan nada a la trama y totalmente prescindibles.


En definitiva una película que se deja ver sin mas y que podía haberse convertido en una muy buena película pero sus numerosas e interminables escenas de dialogo la terminan por convertir en un producto soporífero y aburrido por momentos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario