PIRATAS DEL CARIBE: EN MAREAS MISTERIOSAS

Si tenemos en cuenta los 2.681 millones de dolares que han recaudado las tres películas anteriores de la saga en todo el mundo, no era de extrañar que la 'Disney' y Jerry Bruckheimer volvieran al abordaje con una nueva aventura de nuestro pirata favorito.

Tras el evidente cansancio de la saga, algo evidente en la horrorosa tercera parte, sus productores quisieron recuperar ese tono fresco y ágil visto en la primera entrega. Para ello los guionistas oficiales de la saga, Ted Elliot y Terry Rossio, decidieron redactar un libreto sin tantas pretensiones y directo al grano. Salpicando el guión con algunos elementos de la novela de piratas 'On Stranger Tides' (el vudú, la aparición de Barbanegra como villano, así como el título), escrita por Tim Powers y publicada en 1988.

Tras tener el guión calentito entre manos y asegurada a la gran estrella de la saga, sólo les quedaba encontrar un director que estuviera dispuesto a ocupar la silla de director, tras la salida de Gore Verbisnki del proyecto por incompatibilidad de agenda. Tras tentar a los hermanos Hughes ('El libro de Eli', 'Desde el infierno'), el elegido fue (el experto en musicales) Rob Marshall ('Nine', 'Chicago').

El siguiente paso era reunir un elenco protagonista llamativo ante la negativa de la pareja protagonista de la saga, formada por (los inútiles y aburridos) Orlando Bloom (se pensaba que iba triunfar a lo grande, pobre ingenuo) y Keira Knigthley.

A los ya veteranos (en la saga) Depp, Geoffrey Rush y Kevin McNally, se unieron una 'simpática' Penelope Cruz (la química entre Depp y ella a lo largo de la película es increíble), un esplendido Ian McShane ('Los Pilares de la tierra') como el mítico pirata Barbanegra, Sam Claflin ('Los Pilares de la Tierra') y la actriz catalana Astrid Berges-Frisbey ('Bruc. El desafio'), su doblaje es de juzgado de guardia. Mención especial merecen los simpáticos cameos de Judi Dench y del 'Rolling Stone' Keith Richards.

En esta cuarta entrega nuestro querido Jack Sparrow tendrá que competir con la poderosa armada británica, los españoles y el pirata más temido de todos los mares en su búsqueda de la mítica fuente de la juventud.
Hay que agradecerle a los guionistas que hallan escrito un guión tan sencillo y simple, despojándolo de tantas historias paralelas como en las anteriores entregas de la saga. Con ello han querido recuperar la frescura de la primera parte, dotando a la película de un ritmo trepidante (a veces nos recuerda sus origenes como atracción del famoso parque) que en ningún momento, a pesar de su duración, aburre. 

En esta parte han decidido prescindir de tanto efecto digital, centrándose más en la acción física (piruetas, saltos, acrobacias,etc...), dándole más espectacularidad al film, si a esto le sumamos unas grandes dosis de humor y fantasía obtendremos como resultado un claro homenaje al cine de aventuras de los años 50 ('El halcón y la flecha',etc..). Ese cine de evasión en estado puro, donde en cada escena de acción se buscaba el más difícil todavía.
La dirección artística es apabullante con unos fastuosos decorados, donde sobresalen la recreación de Londres y el diseño de la fuente de la juventud (claramente influenciada por la saga de videojuegos 'Uncharted').

La banda sonora es un ejercicio de vagancia del gran Hans Zimmer, que se dedica a repetir la partitura de las anteriores entregas, introduciendo como única novedad unas molestas guitarras españolas cada vez que aparecen en escena los soldados españoles, capitaneados por un casi mudo Oscar Jaenada.

Destacar la increíble y terrorífica escena del ataque de las sirenas a los piratas, de un terror jamas visto hasta la fecha en la factoría del ratón de grandes orejas. 
Tras los titulos de credito nos espera una escena que deja la puerta abierta a una quinta parte. Destacar que esta cuarta parte fue pensada como el inicio de una nueva trilogia, cuya quinta parte estara al caer vistas las mastodónticas cifras recaudadas por esta nueva aventura del capitan Jack Sparrow.