Si allá por el 2001 le hubieran dicho a Rob Cohen que su modesta película (con un presupuesto de 38 millones), ambientada en el mundo de las carreras ilegales, seria la primera de una longeva y exitosa saga cinematográfica se hubiera reído en la cara de más de uno.
Por la silla del director han pasado desde el antes citado Rob Cohen, John Singleton ('2 Fast 2 Furious') y Justin Lin (director de las tres últimas). A pesar de este desfile de directores, siempre se han mantenido fieles a la formula del éxito: acción trepidante, coches, chicas, banda sonora potente y localizaciones increíbles.
La acción de la película se traslada esta vez a Rio de Janeiro, donde nuestros corredores favoritos sobreviven gracias a algún que otro trabajo para mafiosos locales. Su último trabajo los enfrentara al poderoso hombre de negocios Hernan Reyes, que controla todo el país.
El guión viene firmado por Chris Morgan ('Wanted' y los tres últimos títulos de la saga). Esta vez nos presenta un guion más elaborado que en las anteriores entregas, algo no muy difícil y que es de agradecer. Aunque no se molesta en desarrollar los personajes, que siguen siendo de una sola pieza, o buenos o malos.
La planificación y elaboración del plan para llevar a cabo el robo al Sr. Reyes, tan minucioso y perfecto, recuerda a los elaborados por Clooney y sus compinches en las exitosas 'Ocean´s Eleven'
En esta clase de películas los actores son secundarios, prima más la acción desenfrenada y frenética. Los actores se limitan a poner poses de tíos duros y soltar frases lapidarias, compitiendo por ver quien es el más chulo.
La escena del robo es una oda a la destrucción, arrasando con todo lo que se les pone por delante. Dejando por las calles de Rio un reguero de escombros y coches destrozados. Me pregunto si el cable que mantiene unida la caja fuerte con los coches de los protagonistas es de 'adamantium', ya que parece indestructible. Además, las leyes de la física en esta escena brillan por su ausencia.
Que podemos decir de esa salvaje y brutal pelea entre Diesel y Johnson, que casi no caben en una pantalla de cine. Me recordó a esas viejas películas niponas en las que enfrentaban a dos monstruos en luchas a muerte, 'King Kong vs Godzilla' por ejemplo.
Espero que alguien me pueda resolver una duda, ¿por que The Rock se pasa toda la película sudando, nadie le podía haber prestado una toalla?
No os vayáis tras los títulos de crédito, ya que nos tienen reservada una sorpresa final inesperada.
Una película entretenida, divertida y que no te dará ni un segundo de aburrimiento.
Curioso el devenir de esta saga que después de perder a los dos protagonistas, los han recuperado con éxito en la cuarta y quinta partes.
ResponderEliminarSupongo que dadas las buenas cifras comerciales ya estarán planteando la sexta, y la séptima, y la octava...