Tras formar parte del grupo
de superhéroes más poderosos del mundo, “Los Vengadores”, el dios nórdico regresa
a las pantallas con su segunda aventura en solitario. Algo lógico tras el
rotundo éxito de su entretenida primera parte, 440 millones de dólares en todo
el mundo así lo hacían presagiar.
En esta ocasión el shakespiriano Kenneth Branagh ha cedido la
silla de director al televisivo Alan Taylor (serie “Juego de tronos”). Con este
cambio de director se han eliminado por completo las referencias al dramaturgo
inglés nacido en Stratford-upon- Avon así como el estilo majestuoso
y grandilocuente de Branagh. Dando la sensación esta vez que tras las cámaras
se encuentra un correcto artesano de Hollywood, al que supongo que los
productores no le habrán permitido sazonar el producto con algunas gotas de su
estilo personal.
El
guión es fruto de cinco guionistas distintos, a primera vista señal inequívoca de
que una película puede ser un completo desastre. Aunque en esta ocasión esa conocida
leyenda urbana del mundo cinematográfico no se cumple, dando como resultado un cinta
divertida y entretenida llena de aventuras, acción y algunos toques de humor absurdo
(algo más exagerados que los de su primera entrega). Donde sus guionistas han conseguido
que el ritmo no decaiga durante sus 112 minutos de metraje.
Tras
años de exilio un terrible enemigo de Asgard vuelve a hacer acto de presencia
poniendo en peligro los nueve reinos. Thor tendrá que aliarse con sus antiguos
amigos terrícolas para poder hacerles frente y detener sus ansias de poder y destrucción.
Para
esta secuela vuelve la totalidad del elenco protagonista de su primera parte, siendo la incorporación más importante la del británico
Christopher Eccleston (serie “Doctor Who”) dando vida al villano de la función.
Aunque por encima de todos ellos sobresalen sus dos actores principales, un
Chris Hemsworth al que el personaje le va como un guante (al igual que ocurre
con “Iron Man” y el señor Downey Jr.) y ese roba escenas que responde al nombre
de Tom Hiddleston. Cada vez que este hace acto de presencia la película gana
enteros.
Es
de agradecer que sus responsables en esta ocasión hayan centrado la mayor parte
de la cinta en Asgard, mostrándonos un reino más cercano y no tan glamuroso y
majestuoso como en la anterior entrega. Donde
podemos ver sus calles, jardines, posadas, etc., una imagen más parecida a la
de un pueblo medieval sacado de cualquier película de capa y espada.
En
ocasiones da la sensación de estar viendo una nueva entrega de la saga “trekkie”,
debido a sus batallas aéreas y a sus misteriosos y peculiares enemigos (ya existían
en los comics) más propios de la larga pléyade de antagonistas creados por Gene Roddenberry para la popular serie galáctica.
Os partiréis de risa con el desternillante cameo que tiene uno de los componentes de "Los Vengadores", hasta aquí puedo leer para no chafaros el chiste.
Una
notable película de superhéroes, con las dosis exactas de humor y acción que entretendrá por igual a pequeños y
grandes. Un verdadero divertimento de calidad, cuyo único punto negativo es que
se te pasa en un suspiro.
Posdata:
la película os tiene reservadas dos sorpresas, la primera a mitad de los créditos
y la otra tras la finalización de los mismos. Así que quedaos hasta el final, vale
la pena.
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