Atrás quedan esos años en
los que Jim Carrey era una estrella, una época dorada en la que era uno de los
actores más taquilleros y mejor pagados de la meca del cine. Su último éxito,
aunque algo moderado, fue la aburrida ‘Dick y Jane-Ladrones de risas’ (2005).
Tras algunas propuestas algo
arriesgadas, como la interesante ‘El número 23’ (2007) o ‘Philip Morris Te
quiero’ (2009), retoma de nuevo su carrera como cómico para toda la familia con
esta simpática película. Adaptación del libro infantil escrito por el
matrimonio Richard y Florence Atwater publicado en 1938.
Para llevar a la gran
pantalla este cuento infantil su productora, ‘Twentieth Century Fox’, decidió
darle las riendas a Mark Waters. Director de joyas cinematográficas tales como:
‘Ponte en mi lugar’ (2003) o ‘Chicas
malas’ (2004).
Tom Popper es un infeliz y
ambicioso agente inmobiliario que tras la muerte de su padre recibe una curiosa
herencia. 6 pingüinos que volverán su vida del revés y le harán cambiar su
forma de ser para siempre.
Además del propio Carrey, el
reparto está formado por: Carla Gugino (‘Watchmen’), Angela Lansbury (‘Se ha
escrito un crimen’), Ophelia Lovibond (‘Titanic: Sangre y acero’), Philip Baker
Hall (‘Modern Family’), David Krumholtz (‘Numbers’), Clark
Gregg (‘Los vengadores’) y los niños Maxwell
Perry Cotton (‘Cinco hermanos’) y Madeline Carroll (’El súper canguro’). Todos
ellos correctos sin más, sabedores de que se encuentran en una cinta para toda
la familia.
Su guión difiere en algunos
puntos con su versión en papel. En el cuento el protagonista está felizmente
casado y vive en el pueblecito de Stillwater. Otro punto importante que ha sido
cambiado en su versión cinematográfica es la ocupación de su protagonista.
Siendo en el libro un humilde pintor que se pasa todo la primavera pintando las
casas de sus vecinos.
Los efectos digitales son
correctos, ya que en ningún momento nos damos cuenta de que los protagonistas
de la función están creados digitalmente. Gracias a la naturalidad de sus
movimientos.
La película se encuentra
plagada de todos los clichés vistos en este género cinematográfico: el protagonista que solo vive para y por su trabajo, infeliz, ambicioso, frio,
distanciado de su familia, etc. Al cual un suceso le hará darse cuenta de su
errónea actitud y convertirse en un hombre completamente nuevo.
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