martes, 22 de octubre de 2013

DESMADRE DE PADRE

El cómico más gamberro, irreverente y políticamente incorrecto de todo el panorama cinematográfico actual nos presenta con este nuevo proyecto la comedia más salvaje y escatológica de toda su carrera.

En esta ocasión el director Dennis Dugan (“Niños grandes”, “Jack y su gemela”, “Os declaro marido y marido”, etc…), amigo intimo de Adam Sandler, cede el mando del proyecto al guionista y director Sean Anders (“Sex Drive”). Este cambio de director no se nota en ningún momento, es más bien un producto manufacturado e impersonal al servicio de su estrella principal.

El responsable del guión es el televisivo David Caspe (serie “Finales Felices”). El resultado es un libreto grosero, burro y repleto de humor escatológico que le parecerá de mal gusto a aquellos espectadores que no conecten con el humor tan peculiar de este cómico. En las películas de Sandler lo que menos importa es el guion, todas sus comedias parten de una trama tan sencilla que podrían ser escritas en una servilleta y sobraría espacio. Lo que realmente importa es la acumulación de situaciones graciosas y bizarras que provoquen la carcajada entre el público y en esta ocasión lo consigue y con creces. Os hará llorar de la risa es mas de una ocasión.



Donny Berger es un niño de 13 años que se siente atraído por su bella profesora, a la que tras una pequeña aventura deja embarazada. Esta terminara entre rejas y el tendrá que hacerse cargo del recién nacido.


Junto al siempre divertido Adam Sandler (“Niños grandes 2”) encontramos al también cómico Andy “dig in a box” Samberg (“Saturday night live”), Leighton Meester (serie “Gossip Girl”), un hilarante James Caan (serie “Las Vegas”), Milo Ventimiglia (serie “Heroes”) y al rapero Vanilla Ice interpretándose así mismo.

Durante sus 116 minutos abundan los ya clásicos clichés vistos más de mil veces en este tipo de películas (recuentro entre los protagonistas, rechazo inicial, aceptación, pelea y distanciamiento y redención), aunque esto no impide que resulte una cinta divertida y entretenida de principio a fin.

En la película abundan las escenas que os desencajaran la mandíbula de tanto reír. Sirva de ejemplo la escena de la despedida de soltero o el encuentro con el cura macarrilla al que da vida James Caan.

Para los más críticos vaya por delante que uno cuando se sienta ante una nueva película de Adam Sandler no busca un guion digno de Oscar o unos actores dando lo mejor de sí mismos. Solo esperamos echarnos unas risas y pasar un rato sin utilizar el cerebro en demasía, algo que de vez en cuando es de agradecer.




Abstenerse los aficionados al humor blanco, edulcorado y políticamente correcto. 


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