SED DE VENGANZA

Dwayne Johnson deja aparcadas por un momento las comedias familiares para volver con esta cinta a su genero favorito, el cine de acción trepidante. El miedo al encasillamiento como 'action hero', le ha llevado a tocar toda clase de géneros: comedia de aventuras ('El tesoro del Amazonas'), acción ('Pisando fuerte'), comedia infantil ('Papa por sorpresa'), aventuras ('El rey Escorpión'), ciencia ficción ('Doom'). En todas ellas dando claras muestras que posee una vena para la comedia algo inusual en un héroe de acción.

Dirigida por George Tillman Jr., que anteriormente nos había ofrecido la aburrida 'Hombres de Honor' (2000) y 'Notorious' (2009), biopic del susodicho rappero asesinado en 1997. Productor ejecutivo también de esa saga de comedias tituladas 'La barbería' y protagonizadas por el rappero Ice Cube.

Junto a Johnson en el reparto encontramos: a un aburrido Billy Bob Thorton ('La conspiración del pánico'), a la siempre guapísima Carla Gugino ('Sucker Punch'), al asesino/estrella mediática interpretado por Oliver Jackson Cohen ('Salvando las distancias'), a los 'losties' Maggie Grace y Adewale Akinnuoye-Agbaye, Jennifer Carpenter ('Dexter') y un brevísimo Tom Berenger.

Tras cumplir 10 años en la cárcel, nuestro protagonista sale de ella con el único objetivo de vengar la muerte de su hermano. Matando uno a uno a la banda responsable de ello.

El guión escrito por Tony y Joe Gayton ('Asesinato 1,2,3') recuerda mucho a las cintas de venganza protagonizadas por Charles Bronson en los 70 y 80. Donde predominaba la violencia explicita y seca y los personajes apenas decían más de dos frases seguidas. Con algunas gotas de esa violencia sin escrúpulos tan típica en el cine de Sam Peckinpah.

El triangulo protagonista esta formado por el conductor, el policía y el asesino (así son presentados en el film, mediante rótulos). Cuyas historias se terminan entrelazando y ralentizando la trama de la película. Siendo la protagonizada por el asesino/estrella y su novia la más insustancial y ridícula.

Para las (escasas) escenas de acción su director ha preferido utilizar ese tono realista tan de moda últimamente, en el que la cámara se mueve de forma nerviosa alrededor de los personajes.

Los asesinatos, si no tenemos en cuenta el duro e impactante inicio de la cinta, son aburridos y previsibles.

Una cinta de acción poco convencional, nada que ver con el actual cine de acción palomitero al que nos tiene acostumbrado Hollywood. Con un tono pausado y que se toma su tiempo para desarrollar a los personajes.

Aunque su metraje no llega a los 100 minutos (98), se termina convirtiendo en un autentico ladrillo capaz de aburrir a las ovejas.